¿Un partido político que defienda la libertad?

Hace falta un partido político que defienda la Libertad sin ninguna vergüenza. Sin timidez o tartamudeos y con firmeza.

Un partido político que defienda la libertad en sentido amplio, pero también en sentido estricto, cuando los derechos naturales sean mancillados por el Estado.

Falta un partido político que se atreva a proclamar la reducción y derogatoria de muchos impuestos.

Un partido que pida la extinción de toda licencia, patente, colegiatura y cualquier otra limitación a la libertad de comercio.

Que busque la apertura total de todos los monopolios y monopsonios estatales. Que demande el cierre o venta de toda «empresa» estatal.

Que pida la derogación de toda «cotización» obligatoria para alimentar la burocracia estatal que maneja hospitales, farmacias y laboratorios clínicos.

Que denuncie el perverso secuestro que sufre la educación a manos del Estado; y que prometa devolverla a manos del padre de familia y del joven.

Un partido que pida la no intervención estatal en la vida de los hombres, más allá de lo necesario, y sólo para garantizar la propiedad o la vida ajena.

Falta un partido político que entienda que la libertad de mercado solamente sobrevive, si se rodea de un ecosistema de valores morales y de tradiciones culturales.

Un partido que con valor diga que la libertad de mercado es necesaria, pero que es una flor que muere, si no goza de una atmósfera cultural que la sustente.

Sí, falta un partido político así.

Se dirá que una agrupación de esta naturaleza no podría llegar al poder. Tal vez sí – o -, puede ser que tal vez no.

Pero en la vida se debe decir lo que se piensa y pensar lo que se dice; por decencia y honestidad propia, con esto se habrá mostrado un buen ejemplo; sería un buen principio y ya se habría ganado bastante.